Lewis Carroll

El Gato de Cheshire es un personaje ficticio creado por Lewis Carroll en su conocida obra Alicia en el país de las maravillas. Tiene la capacidad de aparecer y desaparecer a voluntad, entreteniendo a Alicia mediante conversaciones paradójicas de tintes filosóficos.
Sin embargo, aparece para animar a Alicia cuando ésta se materializa en la campo de croquet de la Reina de Corazones y cuando la niña es condenada a muerte y el gato desconcierta a todos haciendo desaparecer su cuerpo pero haciendo visible su cabeza, mientras provoca una masiva discusión entre el Rey, la Reina y el verdugo acerca de si se puede decapitar a alguien que no tiene, de hecho, cuerpo.
Otra de sus características más singulares es que el Gato de Cheshire puede desaparecer gradualmente hasta que no queda nada más que su amplia sonrisa, haciendo notar a Alicia que muchas veces habrá podido ver a un gato sin sonrisa pero nunca a una sonrisa sin gato. Ésta ha sido la caracterísitca más recordada del gato: la mayoría de los lectores le recuerdan interpretando su acto de desaparición.
Algunos estudiosos defienden que Carroll encontró se inspiró para crear al Gato de Cheshire en una escultura situada en en la iglesia de Croft-on-Tees, pequeña localidad situada en el noreste de Inglaterra, donde su padre era rector.
Para otros el gato está basado en una gárgola esculpida en un pilar de St Nicolas Church Cranleigh, lugar al que Carroll solía viajar cuando vivía en Guildford. Finalmente, otros lo atribuyen a una escultura en la cara oeste de la torre de St Wilfrid's Church, Grappenhall, Warrington, en el condado de Cheshire, de donde toma el nombre.
Otro posible origen, más probable, es que Carroll se inspirase en los gatos que vivían en el puerto de Chester. De hecho, hasta 1979 se erigía un momumento al Gato de Cheshire en la orilla del río Dee, donde previamente se encontraba un almacén de quesos. Se decía que los gatos sentados en el muelle eran los más felices del Reino, puesto que se alimentaban de los ratones que llegaban en los barcos que distribuían el queso, de ahí la gran sonrisa. El monumento fue destruido cuando se demolió la casa Copfield, situada al lado del antiguo almacén, en 1979. Alicia en el Pais de las Maravillas (Diálogo entre Alicia y el Gato) (…) se interrumpió al ver al gato de Cheshire instalado en la copa de un árbol. El gato sonrió apenas vio a Alicia lo que la hizo suponer que el animalito tenía buen carácter a pesar de que mostraba unas garras muy largas y una gran cantidad de dientes. Esto último indicaba que se le debía tratar con respeto. —Minino, minino... —llamó Alicia tímidamente, sin estar muy segura de si al gato le gustaría que le llamasen así—. ¿Podría decirme, por favor, por qué camino debo seguir? —Eso depende, en gran parte, del sitio a donde quieras ir —repuso el gato. —No me importa mucho donde sea... —declaró Alicia.
—Entonces no tiene importancia el camino que sigas... —contestó el gato.
—...siempre que llegue a alguna parte —agregó la muchacha, como para completar la explicación.
—Puedes estar segura de eso, siempre que camines lo suficiente —declaró el minino.
Alicia comprendió que esta razón no se podía discutir, así es que ensayó otra pregunta:
—¿Qué clase de gente vive aquí?
—En esa dirección —dijo el gato, levantando su pata derecha— vive un sombrerero; y en esa otra dirección vive una liebre de marzo.
Puedes visitar a cualquiera de los dos. Ambos están locos.
—Pero yo no quiero mezclarme con gente loca —observó Alicia.
—Eso no lo puedes evitar —contestó el gato—.
Aquí están todos locos. Yo estoy loco... Tú estás loca...
—¿Cómo sabes que yo estoy loca?
—Tienes que estarlo, porque de otra manera no habrías venido aquí.
Alicia no creía que ésa fuera una razón suficiente: sin embargo, preguntó:—¿Puedes garantizarlo?
—Para empezar... —dijo el gato—, ¿asegurarías que un perro no es un loco?—Supongo.—Está bien —continuó el gato —. Pero tú ves que un perro gruñe cuando se enfada y mueve la cola cuando está contento.
Ahora, yo gruño cuando estoy contento y agito la cola cuando estoy enfadado. Por consiguiente, quiere decir que estoy loco.
—Yo no llamo gruñir a lo que haces; lo llamo ronronear —dijo Alicia.
—Llámalo como quieras —respondió el minino, y desapareció.
Alicia no podía sorprenderse mucho de esto, porque ya estaba acostumbrándose a que sucedieran cosas extrañas. Mientras se quedaba silenciosa mirando el sitio donde antes estaba el animal, éste apareció súbitamente de nuevo.
—¡Vamos por partes! ¿Dónde has dejado al niño? Casi me olvidé de preguntártelo.
—Se convirtió en un cerdo —respondió Alicia con toda tranquilidad y en la misma forma en que habría respondido si el gato se hubiera presentado naturalmente.
—¡Ya me lo imaginaba! —replicó el gato, desapareciendo de nuevo.
Alicia aguardó un momento, esperando vagamente a que el animal apareciera de nuevo, pero no fue así.
Después de uno o dos minutos decidió encaminarse hacia donde decía que vivía la liebre de marzo."He conocido varios sombrereros —pensó—, así es que esa liebre me parece mucho más interesante, y como estamos en mayo y no en marzo, tal vez se encuentre en su sano juicio”.
Mientras decía esto, miró hacia arriba y volvió a ver al gato sentado en la rama de un árbol.—¿Has dicho que se convirtió en un cerdo? —preguntó el animal.
—Sí, te he dicho que en un cerdo —replicó Alicia—, y ojalá no continúes apareciendo y desapareciendo tan repentinamente. Me mareas...
—Perfectamente —contestó el gato.
Y esta vez desapareció muy lentamente, empezando con el extremo de la cola y terminando con su sonrisa.
En realidad, la sonrisa permaneció viéndose mucho rato después que todo lo demás del gato hubiera desaparecido.
"¡Vamos, vamos, he visto muy a menudo gatos sin sonrisas, pero sonrisas sin gatos no había visto nunca! ¡Es lo más curioso que yo hubiera podido imaginar en la vida!", pensó Alicia.

3 comentarios:

  1. Todo un simbolo psicológico.
    Esta historia ha sido siempre estudiada por grandes filósofos y pisquiatras.
    Toda una moraleja.
    Pedro( Bcn)

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  2. Es mi pelicula favorita pero no me recuerdo si el gato es la conciencia de Alisia
    Alis-Sto.Domingo

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  3. ¿Alisia? . O Alicia.
    En Santo Domingo se pronuncia la "c" igual que aqui.
    Y el gato es la consciencia de todos.
    M.(Toledo)

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